Nos permite definir qué ma/padres queremos ser
Comprender y cuestionar nuestra historia nos permite definir conscientemente nuestro estilo de crianza, pudiendo ajustar nuestras propias necesidades a las necesidades de nuestros hijos.
Nos permite intervenir ‘a tiempo’
Una intervención temprana previene situaciones más complejas en la adolescencia y adultez, ya que la plasticidad de los niños les permite aprender nuevas herramientas con mayor facilidad que los adultos. Una crianza consciente, es una INVERSIÓN QUE PUEDE EVITAR UN PROBLEMA MAYOR.

Nos permite sintonizar más y mejor
Intervenir de forma temprana también fortalece el vínculo y nos permite conocer qué es lo mejor para nuestros hijos, mejorando la convivencia familiar y estableciendo herramientas para más coordinación y cooperación.
